La noche empezó calentita. Kiko Hernández se dirigió a la Sr. Karmele Marchante antes de empezar con el debate de supervivientes por unas palabras que la susodicha le dedicó en su web y que por respeto a Kiko y a su familia no pasaremos a trascribir pero que fueron sumamente duras para todo aquel que tenga sentimientos.
Pero sin entrar en detalles. La Marchante explicaba que el gran hermano “ha emprendido su particular viaje a Ítaca en la barcaza del dueño del Averno”. Pues bien, Kiko se ha sentido muy ofendido por estas palabras y le ha reprochado a la periodista su actitud: "Me estás llamando moribundo. Estás diciendo que me estoy muriendo y tú no sabes el daño que me has hecho a mí y a mi familia". Acto seguido, ha abandonado el plató preso de las lágrimas
Kiko en todo momento demostró su educación y sensibilidad en el tema que le acontecía mientras que la Sr. Karmele dejó mucho que desear. Cuando Kiko Hernández regresó al plató, la Sr. Karmele le pidió disculpas casi obligada por la tensión del momento. Intentándole ofrecer, el beso de la última cena. El cuál como no, nuestro Kiko Hernández rechazó. Y es que, hay besos maldecidos y perjuros que son mejor no recibir.
La noche trascurrió tranquila terminando con una prueba de partir con la boca (cosa que nadie hizo) carne cruda que colgaba de una soga. Ganaba la persona que más carne partiera. El ganador fue Jimmy Jiménez Arnau.
La guinda de la noche, una aparatosa caída sufrida por Kiko Hernández cuando terminó la prueba de la noche. Ojalá todas las caídas fueran como esas. Porque caer está permitido. ¡Levantarse es obligatorio!